Puppeteer

Este es un maravilloso juego de PS3 para los que gusten del juego de plataformas. Toda la historia se lleva a cabo en una especie de teatro de marionetas, en dónde se narra la historia de Kutaro, un niño que fue transformado en marioneta y que su cabeza se encuentra perdida. 
El objetivo del juego es explorar los diferentes niveles y conseguir los pedazos de la piedra lunar blanca que mantienen los 12 generales del malvado rey oso lunar, sin saberlo comenzó a emocionarme que cada uno es referido cómo uno de los animales del zodiaco chino. Para lograr esto Kutaro adquiere varias cabezas, unas tijeras y habilidades que lo dejarán recorrer las diferentes tierras dónde rigen los generales. El juego es muy dinámico y divertido, en vez de corazones, Kutaro tiene varias cabezas intercambiables y si pierde las 3 que puede cargar, Kutaro pierde una vida. Al igual que muchos otros juegos si recolecta 100 luces lunares, puede obtener una vida. Cada una de las cabezas tiene una habilidad diferente y aunque muchas de ellas son muy ridículas, el resultado en el escenario, hará que quieras coleccionar y usarlas todas. 

Los escenarios y personajes son bellisimos y están llenos de vida y pese a que está narrado cómo un relato o una obra, muchas veces los personajes rompen la cuarta pared, incluso el narrador que a veces olvida su trabajo como narrador y se entrega a demostrar que también tiene personalidad.
De entre esos personajes aunque me gustaría hablar de muchos sólo me enfocaré en los principales. 

Kutaro, el protagonista,  mantiene una personalidad algo baja de perfil ya que no habla por la falta de su cabeza, cómo Link en la leyenda de Zelda, sin embargo seguido muestra un carácter inocente perfecto para un niño que entra involuntariamente en los planes de todos, y él lo único que parece querer es regresar a su casa.

La princesa Pikarina, la hija del sol, esta llena de vida y a diferencia de las delicadas princesas clichés que se encuentran en los videojuegos, ella no tiene miedo o pena a decir lo que pasa por su mente. De vez en cuándo, es algo hasta agresiva y de poca paciencia y pese de ser la que asistirá a Kutaro, a veces parece que es Kutaro el que trabaja para ella. El juego permite que el jugador dos maneje a esta pequeña e insolente hija del sol. 

Pasando ahora a los enemigos, debo decir que el peor enemigo a combatir es el escenario y los jefes que atormentarán a Kutaro durante todo el juego. Los generales me recuerdan mucho a alebrijes y cada uno tiene una personalidad, usualmente egoista y despreocupada. Más que generales de guerra son un grupo de poderosos adversarios que disfrutan echar la casa por la ventana y disfrutar de sus locuras.

Puppeteer es un juego que debería ir directo a su librería de videojuegos, sobre todo si se hacen llamar fans de los juegos de plataformas.